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¿Que es la Diosa?

¿Que es la Diosa?

Posiblemente esta es una de las preguntas más difíciles de contestar para mí. La diosa es una experiencia, es energía viviente, no podemos intelectualizar el concepto, ya que se desvirtuaría su significado.

Cierto es, que necesitamos un razonamiento para que nuestra mente deje de preguntar e insistir. Conviene que el pensamiento esté tranquilo, para que nos permita sentir y tener la experiencia.

Es una pregunta con muchas respuestas.

Si preguntas a un yogui ¿Qué es la diosa? Te contestará que es kundalini, la energía que reside en el sacro, que es la energía de la sexualidad creadora de la vida.

Un practicante del tantra de la Shakti, te diría que la diosa es todo, que no hay nada que no sea la diosa.

Dependiendo del nivel de conciencia, la respuesta será diferente y siempre válida.

Realmente, para mí, es más sencillo explicar qué es dios. Cuando hablamos de dios, todo está claro, dios es todo. Sin embargo, cuando hablamos de la diosa hay confusión, necesitamos mucha explicación para comprender el concepto.

Dios, está pasado de moda

El concepto de dios va unido a la culpa, a la iglesia inquisidora, al patriarcado, a lo autoritario y al miedo.

Siento que son tiempos para hablar de la diosa.

“Si ha de haber un futuro, llevará una corona de diseño femenino”, dijo Aurobindo, un gran místico y filósofo evolutivo del siglo XIX.

La diosa es la energía creadora de todo.

Shiva, como principio masculino y Shakti, como principio femenino, danzaron el mundo y lo crearon.

Y ambos fueron paridos por la diosa.

Todos, hombres y mujeres, venimos de una mujer

Según la tradición milenaria del tantra, shakti quiere decir poder. Y en ese poder, se desenvuelven características como conocimiento, acción, éxtasis, voluntad y consciencia.

Estas fuerzas operan en el mundo. Al igual que en nuestra naturaleza, tanto en las mujeres como en los hombres. Formamos parte de la Shakti, vive en nuestro cuerpo, en el pulso, en el latido del corazón, en el sistema nervioso, en las constantes vitales. Son energías de la Shakti. Ella es también la fuerza que nos impulsa hacia la evolución de nuestra consciencia, con la que hemos de alinearnos cuando buscamos la transformación consciente.

Shakti es el origen sin forma de todo lo que existe, y adopta formas de dioses, diosas, y de todas las dimensiones de la existencia y de nuestra propia consciencia.

Según esta tradición tántrica, los dioses toman su poder de la energía de su consorte, de la diosa que les acompaña.  Es decir, las diosas-consortes encarnan el poder, la energía activa de cada uno de los dioses masculinos. La energía de la Shakti, pone en marcha las funciones de los dioses masculinos.

El mundo se mueve a través de la energía de lo femenino, de la diosa, esto es válido para hombres y mujeres.

Cuando necesitamos cambiar algo en nuestras vidas ¿Qué hacemos? Ir hacia adentro, sentir, conectar con lo que realmente queremos. Tomamos la energía del interior, de la Shakti, de nuestra diosa interna. Y, una vez que conectamos, la llevamos a la acción.

La energía de la diosa es energía esencial. Está en la naturaleza, en todas las manifestaciones y fuerzas.

Como arquetipo, está en nuestro psiquismo. Somos naturaleza, por lo tanto, la diosa está en nuestra energía-cuerpo-vida.

Es más, vivimos a través de la diosa

El arquetipo es un patrón ejemplar del cual se derivan otros objetos, ideas o conceptos. Es el modelo perfecto. En la filosofía de Platón se expresan las formas sustanciales de las cosas que existen eternamente en el pensamiento divino.

Carl Gustav Jung, psiquiatra y psicólogo, entendió los arquetipos como patrones e imágenes arcaicas universales que derivan de lo inconsciente colectivo y son la contraparte psíquica del instinto.

Pues bien, éstas diosas con las que te invito a trabajar, son arquetipos esenciales y forman parte del psiquismo humano.

A través del trabajo que te propongo, conectarás con las diosas de forma vivida. Cuando estas energías se despiertan en nosotras, te das cuenta de que son reales, viven en otros planos y no como algo ficticio.

Todas estas diosas son registros y posibilidades de la energía de la Gran Devi.

Cada Diosa forma parte del todo

Cuando despiertes dentro de ti cada energía, desarrollarás sus cualidades en ti.

El trabajo con los arquetipos de las diosas es muy potente, es algo real, y no hay vuelta atrás, sucede como experiencia y te lleva a un despertar espiritual.

El trabajo con cada diosa te llevará a despertar cualidades como la abundancia, la espontaneidad, la firmeza de poner límites, el saber soltar, etc.

Cada diosa te ayudará a completar el trabajo que hiciste con la anterior, hasta llevarte a una sensación de estar completa.

En el trabajo con cada diosa, también te darás cuenta de qué diosa-energía, tienes en la sombra. Los arquetipos están en la sombra, en la mayoría de las ocasiones. Y, al meditar y hacer los ejercicios con cada una de ellas, incluso leyendo su historia y el poema, podrás sentir que hay diosas que chillan dentro de ti, que quieren expresarse. Forman parte de tu sombra.

Quizá no te permitiste nunca sentir tu belleza física, o mostrar tu vulnerabilidad, o poner límites, o ser una mujer espontánea. Todo esto habita en tu sombra y condiciona tu vida, de la tal forma, que tu vida la dirigen tus sombras.

Al conectar con Lakshmi, tu abundancia y belleza física afloraran. Al conectar con Durga, de forma espontánea, pondrás límites y te sentirás bien.

Y así, cada vivencia con cada diosa te ayudará a traer la sombra a la luz, hasta ser una mujer completa y liderar tu feminidad.

¿Qué es un Daka?

¿Qué es un Daka?

En el Tantra se habla de este concepto como el masculino sanador. Claro, para que esto sea así, primero ha de sanarse ese masculino.

El hombre que aspira a ser un Daka, mirará hacia dentro y buceará en sus sombras hasta amarlas. Primero, se hará el amor a sí mismo para despues, ofrecerse. Un Daka va más allá de ser el nuevo hombre. Es el que Cura a través de su presencia y contención. Su mano es consciente y sostenedora.

Su mirada te hace sentir que eres una Diosa de verdad. Crea un ambiente que, si pudiéramos traducirlo en palabras, diríamos que da igual que seas fea, mayor, joven, gorda o flaca…”El Daka ve a la Diosa”.

El Daka transmite sensualidad serena. Y sus brazos son de un masculino con el corazón centrado. No juzga. Su energía íntima es accesible y no influenciable. Está conectado a su chamán interno. Y ayuda tanto a mujeres como a hombres. Muestra integridad. Está al servicio de la Diosa. Se ha formado para despertar la energía Kundalini y saber moverla y acompañarla.

“UN DAKA HACE ALQUIMIA SEXUAL Y TE LLEVA A LA COMUNIÓN CON LO DIVINO”

Una Dakini de hoy en día

Una Dakini de hoy en día

Son muchas las mujeres que sienten un llamado a la vía de la sanación. Yo así lo sentí, como un impulso interior, una convocatoria a querer tocar para mover la energía y sanar.

Es la llamada de la Dakini.

¿Qué es una Dakini?

Es una deidad abstracta, no tiene una imagen propia, ya que tiene muchos significados. Es también una mujer que cuida y sana a través de trabajos con la tierra. Es la que danza en los cielos y ocupa el espacio. En el tantra budista es un sendero para lograr el estado supremo de gran gozo.

En el tantra y en los tiempos antiguos, la Dakini era la mujer que iniciaba a los hombres jóvenes en la sexualidad sagrada.

Yo diría que María Magdalena era una Sacerdotisa Tántrica.

Entonces, una Dakini, es una mujer al servicio de la Diosa, de la energía universal y la creatividad.

¿Y cómo es una Dakini de hoy día?

Es una mujer que acompaña a los demás en un viaje iniciático y les va guiando, sin mezclarse en los procesos del otro.

Se mueve por un propósito divino.

Su silencio es Amor.

Una Dakini no es invasiva, es compasiva.

Su sensualidad se expresa a través de la nutrición de su mirada, como maná para el alma del otro. Es paciente, posee una mente flexible y sin juicios. Está presente y muestra integridad.

Una Dakini trasciende el me gusta o no me gusta, está en su centro. Abraza emociones y pensamientos. Se permite su niña y su adulta interior, y las unifica. Sombras y luces, frío y calor, yin y yang, todo es abrazado en su corazón.

La Dakini hace lo que es conveniente para la totalidad, está al servicio.

Una Dakini de hoy día es sanadora sexual desde la escucha, la empatía y la compasión. Su toque es consciente y su huella lleva a una conversación celular.

Es una guía para la energía Kundalini, sabe cómo moverla y acompañarla.

“UNA DAKINI HACE ALQUIMIA SEXUAL Y TE LLEVA A LA COMUNIÓN CON LO DIVINO”

De la Formación Dakini-Daka.

Cómo el Masaje me ha Transformado y Cómo puede Transformarte a ti También

Cómo el Masaje me ha Transformado y Cómo puede Transformarte a ti También

A través de la Biodanza, el tantra y el masaje, he experimentado el contacto en diferentes versiones.

Siempre ha supuesto una vivencia transformadora.
¡Me ha ayudado a darme cuenta de tantas cosas!

En los inicios, sentía con mucha fuerza, que necesitaba que me tocaran con consciencia.
En otros momentos conecté con la rabia.
Otras veces no quería que ciertas personas me acariciaran.
Y en múltiples ocasiones ha supuesto una meditación, me han llegado mensajes, ideas, aclaraciones, y se han conectado campos dentro de mí.
Me abandono con facilidad y cuando recibo, descubro muchas cosas.

Ahora, lo que me acercó más al masaje fue darlo.

Esto es todo un viaje para mí. Un universo entero se abre ahí delante y entro en un estado atemporal. Es como si entrara en la “nube” y tuviera acceso al Todo.

Conozco aspectos de la persona que no sabría explicar, pero es esa la sensación.
Entro en su energía y somos Uno. La siento como familia.
Al llegar por primera vez tiene un aspecto, y cuando terminamos el masaje, ha pasado algo, ocurrió alquimia. La diosa nos envolvió y somos de la misma sangre, hemos entrado en comunión.

Y me preguntan; pero qué sabes de mí en el masaje, qué cosas has visto…
A veces puedo contestar, otras muchas no.

Cuando hacemos el amor con alguien, conocemos algo de esa persona, hay una familiaridad, cosas que no se pueden explicar, pero que están ahí.
Pues esto es lo que ocurre en el masaje, es igual.

Algo muy importante que me ha dado esta experiencia es auto terapia.

Cuando damos un masaje, sanamos ambas personas.
Al terminar, me miro al espejo y estoy bellísima.
No me siento guapa de forma egoica no.
Lo que veo, es el reflejo de la diosa en mi rostro.

La autocuración procede del espejo que es el otro.
Cuando acariciamos a otra persona, comienzan a aparecer nuestras sombras, dramas y también las luces.
Puede ser que en un inicio pensemos que es de él.
Pero no, el otro es un reflejo, nos lo enseña.

El coraje y la valentía de verlo y perdonarlo, será lo que nos sane.

Recuerdo a un cliente que me pidió masaje tántrico. Para conocernos, comenzamos con un Dakini I.
Bueno, tenía algo que me causaba mucho rechazo. Y yo no quería recibirle para la siguiente sesión.
Él insistió en tomar el tántrico.
Le di cita un mes después.
La verdad es que me di ese tiempo por ver qué me pasaba con él.

Llegó la sesión y todavía seguía sintiendo un no por dentro. Lo tomé como un reto. Pensé que dándole el masaje descubriría lo que me pasaba.
Y así fue, al acariciar sus piernas y otras partes de su cuerpo, conecté con mi padre. Como cosas que no aceptaba de él y que merodeaban en mi interior.
Ese tipo de cosas se ponen en el medio de las relaciones y nos impiden el amor sano de pareja.

A través de las caricias, llegó el perdón.
Todo aquello que yo sentía se fue bañando de amabilidad hacia mí misma.
Sus piernas me empezaron a parecer bien, todo estaba bien ¡sí!

Finalmente, me llené de una gran compasión por mi padre y por ese cliente.

El otro eres tú, somos uno.
La realidad es que no hay nada que no seas tú.
Por lo tanto, cuando acariciamos al otro, nos acariciamos a nosotros mismos.

Próxima Formación en Masaje Dakini y Energía Sagrada:

Formación en Masaje Dakini y Energía Sagrada

DESCUBRE CÓMO LA ENERGÍA DE LAS DIOSAS INFLUYE EN TU PERSONALIDAD

DESCUBRE CÓMO LA ENERGÍA DE LAS DIOSAS INFLUYE EN TU PERSONALIDAD

Seguro que más de una vez te habrás preguntado ¿Qué es la Diosa? ¿Es un concepto solo para mujeres? ¿Es lo mismo que Dios pero en femenino?

Hay muchas respuestas, todo depende a quién preguntes y desde qué nivel de consciencia te conteste.

Veamos diferentes formas de explicar qué es la diosa.

Es la energía Kundalini

La energía kundalini fue depositada en el sacro y está dormida en la mayoría de las personas. El objetivo es despertarla para que nos ilumine y nos ayude a sentir que la vida es sagrada.

Cuando se activa, asciende y va desde el sacro hasta la coronilla para reunirse con Shiva, la conciencia universal. Aquí se da el éxtasis, la fusión con el Todo. Son estados amplificados de los que no regresas igual, algo se transformó en esa experiencia.

Kundalini ilumina nuestros centros psíquicos o chakras, y en cada uno de ellos, se despiertan cualidades de las diosas.

La diosa como el Todo. Es la primera y la última. De ella nace la vida.

Parió el mundo y lo que hay en él: mujeres, hombres, animales, minerales, naturaleza, tanto seres animados como inanimados…

En la cultura hindú de la Shakta Ella es la que crea el mundo ilusorio y la que te ayuda a salir de él.

Es la Shakti; que significa el poder innato de la realidad

Posee cinco aspectos:

  1. Consciencia: la facultad de darnos cuenta y de abrir espacio.
  2. Éxtasis: Nuestra naturaleza es gozosa. La capacidad de amar genera estados extáticos.
  3. Voluntad: desear o decidir la propia conducta.
  4. Conocimiento: la sabiduría que habita en el interior de cada persona. Que no está escrita en los libros. Y procede de lo femenino ancestral.
  5. Acción: el movimiento natural que se genera por un orden cósmico. Los procesos biológicos como el pulso, la digestión, etc.

En esencia estamos hechas de Shakti y de sus propiedades. Y operan constantemente tanto en nosotras como en el mundo. Ella es también la fuerza que ineludiblemente nos impulsa hacia la evolución de nuestra consciencia, con la que hemos de alinearnos cuando buscamos la transformación consciente.

A las Diosas también se les representan como seres míticos vivientes. Es decir, están vivas en nuestra psiquis y simbolizan distintas energías esenciales.

Yo experimento así a las diosas. Forman parte de otro plano de existencia, no las vemos, pero están ahí.

Su energía es activa

Al despertarlas, nos podemos comunicar con ellas, ya que forman parte de nuestra psiquis. Y funcionan como una silenciosa compañía y una guía espiritual interna.

Cuando estas energías se activan, podemos pedirles consejos y dialogar con ellas. Además de desarrollar sus cualidades.

Los sabios orientales las personificaron y crearon una ciencia que nos permite modificar la energía humana. Se trata de trabajar con el arquetipo de cada diosa y despertarla.

Ahora bien, estas deidades pueden estar en la sombra e influir en tu personalidad desde ahí.

Cuando reprimimos esta energía en nosotras, se transforma en oscuridad. Y puede causarnos estragos.

¿Por qué la reprimimos?

Por el condicionamiento social y por las vivencias personales.

Cuántas veces se nos ha dicho a las mujeres que la libertad es cosa de hombres, que ser vulnerable es debilidad, que el cuerpo femenino tiene que ser perfecto, que el poder está fuera, que ser espontánea no es femenino.

¡No hables, no digas lo que piensas, no te des a cualquiera, no te toques, tienes que estar guapa!

Y tantas cosas más que han coartado nuestra libertad.

Con esta carga ¿Cómo vamos a ser poderosas, espontáneas y libres? Ante esto, hay mujeres que se han convertido en hombres para ser vistas. Otras están silenciadas y sin expresar quiénes son.

Las sombras de las Diosas en la personalidad

Las Diosas, son energía luminosa pero cuando no las expresamos o las bloqueamos entonces muestran su energía de forma contraria a su cualidad natural. Cuando esto ocurre, esa esencia de la diosa la tienes reprimida y tu vida gira en torno a esa energía. Te sentirás bloqueada de manera concreta según la diosa a la que estés representando.

Te voy a explicar cómo se manifiesta la sombra en 3 de las diosas más comunes y que representan cualidades propias del femenino.

Lakshmi, diosa de la abundancia y la buena fortuna

Es muy común que su energía esté reprimida. Cuando está en la sombra, tenemos una mala autoimagen. Es una sensación de no gustarnos, o de querer corregir algo en nuestro cuerpo. También conectamos con el no merecimiento de lo bueno, del amor, del dinero, de la suerte o de cosas bonitas. Parece que eso está solo para los demás.

Una de las grandes enseñanzas de Lakshmi es el equilibrio entre el dar y recibir.

He conocido muchísimas mujeres que confunden el dar con el vaciarse. Y he visto como se quedan sin su energía para mantener una pareja o para que sus hijos estén bien. Incluso en el trabajo. Sacrificando su voluntad por no disgustar a los demás.

Las he visto complacer hasta perder su identidad.

Saraswati, diosa que fluye como el lenguaje, la visión profunda y el sonido

Su sombra está relacionada con la expresión, la creatividad, la comunicación y el lenguaje. Cuando se producen problemas en tu comunicación – ya sea como receptora o emisora – estás experimentando bloqueos con la energía de esta diosa.

La elocuencia al servicio de la falsedad hará que lo falso parezca auténtico, hasta que perdamos la fe en las palabras. Su sombra puede atraparnos a través del juicio, las quejas, las palabras huecas y la comunicación sin sentimiento.

Cuando caemos en su sombra pueden pasar dos cosas:

1. Verborrea: no saber parar en las conversaciones, tu conversación no tiene orden, pasas de un tema a otro sin control ni coherencia y no das pie a que la otra persona se exprese. Esto sería una fuga energética. Es decir, se te va la fuerza por la boca. Igualmente, pasas de un tema a otro y te cuesta concretar.

2. Tu garganta se bloquea. Quieres decir lo que piensas, pero no puedes, no te sientes capaz de hacerlo.
Temes lo que ocurra; que no guste lo que dices, que no sea conveniente, que les moleste o puedas herir, que te aparten por ello…

Quizá no encuentres las palabras adecuadas para expresar lo que piensas. O tu creatividad no fluye y no sabes cuáles son tus talentos o no te ves capaz de desarrollarlos.

Radha, diosa del anhelo romántico

Es el portal del amor y te ayuda a ascender y abrir el corazón incondicional. Su sombra es la obsesión romántica. Si te cuesta soltar una relación rota o suspiras por un amor no correspondido o conviertes tu relación amorosa en una montaña rusa. Su sombra es pegajosa, imprudente y celosa.

Bueno, llevada a su extremo, podríamos convertirnos en el personaje que interpreta Glenn Close en la película Atracción fatal.

¿Qué podemos hacer?

1. Honrar tu sombra.

Es mucho más que aceptar, es abrazar tu interior y rendirte a ello. De alguna forma, este gesto, significa honrar a la diosa.

2. Pedir ayuda.

El diálogo con la diosa renovará tu energía femenina. La diosa viene cuando se la necesita, es su compromiso con la existencia.

3. Meditar en cada diosa para despertar su luz.

Así te irás desprendiendo de la mujer de estructuras antiguas que habita en tu interior. Los monjes budistas y los tántricos utilizaron esta técnica milenaria de meditación; traer el futuro al presente o traer aquello que quiero ser al Aquí y al Ahora.

Vivirme como una diosa es de las cosas más hermosas que he experimentado.

Este trabajo me ha ayudado a elevar mi femenino sagrado y a sentirme sostenida aun cuando las circunstancias no son favorables.

TACTO Y TRANSFORMACIÓN

TACTO Y TRANSFORMACIÓN

A través de la Biodanza, la energía sagrada y el masaje, he experimentado el contacto en diferentes versiones.

Siempre ha supuesto una vivencia transformadora.

¡Me ha ayudado a darme cuenta de tantas cosas!

En los inicios, sentía con mucha fuerza, que necesitaba que me tocaran con consciencia.

En otros momentos conecté con la rabia.

Otras veces no quería que ciertas personas me acariciaran.

Y en múltiples ocasiones ha supuesto una meditación, me han llegado mensajes, ideas, aclaraciones, y se han conectado campos dentro de mí.

Me abandono con facilidad y cuando recibo, descubro muchas cosas.

Ahora, lo que me acercó más al masaje fue darlo.

Esto es todo un viaje para mí. Un universo entero se abre ahí delante y entro en un estado atemporal. Es como si entrara en la “nube” y tuviera acceso al Todo.

Conozco aspectos de la persona que no sabría explicar, pero es esa la sensación.

Entro en su energía y somos Uno. La siento como familia.

Al llegar por primera vez, tiene un aspecto, y cuando terminamos el masaje, ha pasado algo, ocurrió alquimia. La diosa nos envolvió y somos de la misma sangre, hemos entrado en comunión.

Y me preguntan; pero qué sabes de mí en el masaje, qué cosas has visto…

A veces puedo contestar, otras muchas no.

Y cada masaje me enseña algo sobre mí.

Dhyana Dakini